Miguelito,
jugaba al fútbol en el barrio,
zapatillas de colores, pulseras,
pendientes, collares
y un peinado ultra fashion.
Se rifaba a las niñas
que morían por sus labios,
marioneta de la moda
y del lujo, exagerado.
Quisiste ser Cr7
y te has quedado
en Diego Armando.
Miguelito,
confundiste las rayas del campo
lo sugiere una mancha
que ha quedado en tu nariz,
evidenciando tu fracaso.
Y los viejos que aplaudían
te señalan al pasar,
se ha perdido en el camino,
ha sido, otra estrella fugaz.
Quisiste ser Cr7
y te has quedado
en Diego Armando.
Te has quedado con tu bolsa
tirado en una esquina,
es el precio de la fama
que no has llegado a probar.
